UNIVERSO DE ENERGIA MAYA
Los Mayas consideraban que los seres humanos somos seres espirituales experimentando la ‘vida’ aquí en la Tierra. Ellos eran profundos estudiosos del cosmos y sus investigaciones dejaron como legado 23 calendarios de los cuales el Tzolkin o Calendario Sagrado Maya, es el principal.
Dicho calendario es la trascripción de la secuencia de la evolución del espíritu. Podemos imaginarlo como un mapa que indica el recorrido para la evolución del espíritu. Nos conecta al día a día a través de las energías, viviendo el aquí y ahora. Representa el patrón de evolución. Este es un calendario solar-lunar (femenino y masculino) cuya función es lograr nuestra evolución estando siempre en sincronía con nuestro espíritu y universo.
El calendario maya es un calibrador de energías capaz de relacionar eras históricas, lecturas astronómicas y astrológicas, llegando puntualmente a cada ser humano para señalarle su destino cósmico.
Los Mayas observaban con una expansión de conciencia superior a la nuestra, las energías que nos llegan desde el centro de la Galaxia a través del Sol y volcaron esa información en forma de símbolos en el Tzolkin o como se conoce comúnmente: Calendario Sagrado Maya.
El Calendario Sagrado Maya consta de 260 kines (rangos de frecuencia de las ondas de energía) emitidas desde el centro de nuestra Galaxia, que nos llegan a través del Sol y por las cuales somos transitados diariamente.
Estos rangos de frecuencia de energía o kines son 20 según precisaron los Mayas mediante sus conciencias clarividentes. Estas energías, al penetrar el mundo de lo humano, configuran en este las 20 modalidades que los Mayas consideraron “dioses solares”, y que expresaron mediante 20 imágenes que hacen las veces de “sellos” o “glifos”. Cada uno de estos rangos de frecuencia a su vez se modula en 13 “tonos”, "Tonales" o numeros.
En los símbolos, sellos o glifos, están expresadas las características de cada una de las 20 diferentes formas de energía y con los numeros, tonos o tonales se nos informa a que frecuencia es emitida esa energía por la galaxia.
Estos “kines” (frecuencia de energía) expresan los diferentes grados de evolución alcanzado por el Espíritu en ese momento del tiempo galáctico e interactúan con las características personales de cada uno fecundando y estimulando la progresiva germinación y crecimiento de nuestra naturaleza espiritual.
Esto sucede de una manera autónoma, en un todo independiente de nuestra voluntad, porque el día de nuestro nacimiento, al desprendernos del organismo materno e iniciar nuestra propia vida, entramos “en fase” con la configuración energética de la Galaxia de ese día (kin equivale a día).
La misión de los Mayas fue dejarnos grabadas en piedra, decodificado por el antropólogo y Mistico, José Arguelles, una forma de conectarnos con nuestro Ser Superior, tomando consciencia de nuestra esencia, al tiempo que recuperamos la memoria y registramos nuestro Ser, logrando en el proceso mayor autenticidad y SINCRONIZACION CON LA NATURALEZA y a través de ella con la Galaxia, Creación, con Dios, con la Unidad o el UNO, logrando la paz, alegría y armonía olvidadas...